
Encontré muchas notas de regaliz en el Anza Especial 2019. El vino es expresivo y elegante, muy accesible y mucho más fresco de lo que esperaba de un año cálido y seco. A Diego Magaña le gusta vendimiar pronto, y creo que en 2019 ha acertado de pleno: el vino está justo por debajo de 14% de alcohol y tiene un pH de 3,5. Selecciona parcelas en las que encuentra algo especial, y esta es su cuvée top, en la que busca la finura y la precisión. Tiene un paladar de cuerpo medio a completo, con abundantes taninos calcáreos y un final largo y seco. Los viñedos aportan diferentes clones de Tempranillo pero también otras variedades que se entremezclan en el viñedo -Graciano, Garnacha y quizás hasta un 8% o 10% de Viura blanca... Las parcelas fermentaron despalilladas por separado en acero inoxidable y maduraron en barricas de roble usadas durante 14 meses. Se llenaron 2.000 botellas en enero de 2021.